Secuelas
psicofisicas de las personas en situación de prostitución
Por Lic. Susana
Torres Portnoy- Psicóloga
Abordar el tema
de personas en situación de prostitución, defender sus derechos como seres
humanas, con derecho a una vida digna , libre de humillaciones , maltratos y
marginalidad social, nos conduce a distintos laberintos conceptuales y a
enfrentarnos con expresiones esteriotipadas tales como: mujeres de vida fácil,
mujeres de la mala vida, mujeres de la noche.
La respuesta a
estas manifestaciones, androcentristas, patriarcales, retrogradas y arcaicas,
es responder que, la prostitución es una actividad que deja múltiples secuelas
con baja autoestima, marginación social, sentimientos de culpa, disfunciones
familiares, depresión, desconfianza y mucho más, que detallare más adelante.
Teóricamente, el
cuadro clínico que más se adapta a los síntomas de las mujeres prostituidas y
víctimas de trata, es el trastorno de estrés postraumático, similar al que
pueden presentar víctimas de secuestro, de agresión sexual, maltratos extremos
y/o violencia doméstica, muy bien conceptualizado por la Psiquiatra
estadounidense, Judith Herman en su libro Trauma y Recuperación.
En diversas
investigaciones, reportes y a través de mi propio trabajo clínico, resulta muy
difícil, en principio, que una mujer prostituida reconozca que fue maltratada,
golpeada u obligada a tener sexo contra su voluntad. Sin embargo, al tiempo de
tomar confianza con la terapeuta, relata que la mayoría de las mujeres que
ejercen la prostitución sufren agresiones de todo tipo: violaciones, agresiones
por parte de los dueños del club, los clientes, la policía, los proxenetas, su
familia, etc.
Las mujeres
prostituidas no pueden escapar de este tipo de situaciones violentas, están
absolutamente desprotegidas y atrapadas. Diariamente se enfrentan a estas
situaciones destructivas, reciben malos tratos y amenazas de muerte. Muchas de
ellas recurren al alcohol o a las drogas para poder soportarlo, lo cual agravan
aun más la situación porque les resta la capacidad de tomar decisiones, actuar
y pensar positivamente.
El Estrés
postraumático deja huellas muy profundas, con grandes secuelas psicofísicas
difíciles de reparar. Que perduran por muchos años, aun después de haberse
liberado.
Retomar una vida
normal, con el grupo familiar resulta muy difícil, se requiere de mucha
voluntad y paciencia, tanto de la víctima como del entorno familiar, lo cual no
es nada fácil. El vínculo familiar ha quedado dañado y vulnerable, los reclamos
y reproches aumentan los sentimientos de culpa, la ansiedad y la depresión. El
peligro de recaer en la droga y el alcohol están siempre presentes.
Establecer una
relación amorosa saludable, suele ser una tarea muy complicada, la mujer suele
quedar muy “atenta y alerta” a las palabras del compañero, una expresión
desubicada mal interpretada puede originar una ruptura de la relación.
Hacer el amor,
por amor, puede llegar hacer una situación altamente estresante. Cuanto mayor
tiempo haya durado la situación de prostitución, mayor también serán las
secuelas psicológicas. Muchas mujeres creen que no podrán hacer otra vida,
pueden tener recaídas y volver a la prostitución, porque no ven otra salida, la
adaptación suele ser muy complicada y difícil.
La mayor secuela
es que no se consideran personas, no se consideran sujetas de derechos, porque
durante años fueron tratadas como objetos, en condiciones infrahumanas, solo
para satisfacer las necesidades sexuales y perversas de sus clientes, se han
convertido en mercancía que se usa y de deshecha de acuerdo a las necesidades
de los clientes y de las redes que protegen estos hechos aberrantes.
La diputada
española Lourdes Muñoz, dijo durante una sesión que se discutía sobre este tema
el año 2006
” No sé a
vosotros, a mí me viene a la cabeza una frase cuando oigo hablar de la libertad
de mercados, en este caso de la libertad del mercado sobre las personas a las
que se anula para ser únicamente carne fuente de dinero, ingresos. La sociedad
se crea para proteger a sus miembros, no para explotar a una parte en beneficio
o satisfacción de otra parte”
SECUELAS POST
TRAUMATICAS
· Baja
autoestima: por se tratadas como objetos y mercancías al servicio del hombre,
Se sienten humilladas y violentadas. Finkelhon 1988
· Desconfianza:
la inseguridad y el miedo se apodera de ellas, no encuentra aliados, quizás
puedan confiar en un cliente,
· Traicionadas:
todo a su alrededor es inseguro e incierto.
· Distorsión de
sus sentimientos: no pueden discernir correctamente entre el bien y el mal
· Dificultades
para escuchar: este es un síntoma típicamente psicosomático, hay un refrán que
dice: no hay peor sordo que aquel que no quiere escuchar
· Trastornos del
sueño: pesadillas, terrores nocturnos, sueños recurrentes.
· Sentimientos
de culpa: este sentimiento junto con la baja autoestima, conspiran
negativamente en el concepto que tiene de sí mismas.
· Auto imagen
negativa: se sienten feas, sucias.
· Reacciones
psicosomáticas: gastritis, ulceras, alergias, enfermedades respiratorias, asma.
· Depresión:
sentimientos de intensa tristeza y angustia.
· Ira: están
enojadas con ellas mismas, con la familia y el mundo.
·
Despersonalizaciones: no son ellas mismas, ese cuerpo le pertenece a otra.
· Personalidades
múltiples: son los casos en que han sido muy dañadas
· Negación:
pareciera que no tienen noción de la realidad, niegan para evitar el dolor
· Minimizan el
daño: para poder sobrevivir al daño
· Amnesia
selectiva: eligen que cosas van a recordar
· Evitan mirarse
en el espejo: no quieren ver la imagen que refleja el espejo
· Cambian de nombre:
es una forma de ser otra
· Adicciones:
otra forma de evadirse
Para hablar de
una verdadera recuperación y reinserción social, debemos profundizar en las
sesiones de psicoterapia:
· El vinculo con
la madre, porque inconcientemente, culpan a la madre de no haberlas protegido,
prevalecen sentimientos de amor y odio hacia la madre y de abandono emocional.
· Disfunción
familiar, como seguramente viene de este tipo de familias, les resulta muy
difícil conformar una familia, el vínculo con los hijos resulta muy
conflictivo, en algunos casos son sobre protectoras.
· El Poder: auto
afianzarse, adquirir seguridad, aplomo y confianza en si mismas, dejar de verse
víctimas. Expresar sus miedos, sentimientos e ideas. Conocer sus derechos como
seres humanas.
La Dra. Judith
Herman afirma: la adquisición del PODER y dejar de verse víctimas, es
fundamental para el cambio.
* Primeras jornadas nacionales abolicionistas
sobre prostitución y trata de mujeres niñas/os”
Facultad de
filosofía y letras - uba – 4 y 5 de diciembre de 2009
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