martes, 30 de enero de 2018

Te doy mis ojos, putero II

TE DOY MIS OJOS, PUTERO II
29 de enero de 2018. por José Elizondo

Bueno, no ha estado mal ¿eh? Se dice mientras sube la cremallera de su pantalón vaquero. No es una pregunta que busque respuesta, es más bien una autoafirmación personal que surge de forma mecánica como tantas veces, en tantas ocasiones. Esta es otra más. La verdad es que la noche estaba siendo jodidamente aburrida hasta que sus compañeros de trabajo se les ocurrió acercarse a ver que se cocía por estos lares. Mira si he pasado veces por “la recta”, pero justo aquí no había entrado, la sigue diciendo mientras deja un billete sobre la cómoda. Ella ya ni le presta atención y su cuerpo queda desdibujado en el espejo del baño. Aunque ahora que sé que estás tú por aquí casi fijo que vuelvo de nuevo, la dice con una sonrisa que busca más una complicidad imaginada, que real. Tampoco le importa demasiado, quizás ni se acuerde de ella la próxima vez. Además habiendo tanto “ganado” donde elegir, porque quedarme con una. Y tampoco es plan de encoñarse, mira lo que le pasó a Javier que se encariño de una y vaya historia que se montó….

En fin, a lo que íbamos, te dejo propina para que luego no digas ¿eh….? Él sigue hablando sin pensar mucho en lo que dice, ella hace tiempo que dejó de escucharle. Demasiadas cosas en la cabeza como para prestarle atención. Quizás otro día se habría animado para charlar un poco, o por lo menos a fingir que le interesaba algo de lo que le estaban diciendo. Es curioso, como hay días en los que todos se parecen tanto, pensaba con media sonrisa dibujada en su rostro, la otra media la guardaba para cuando mereciera la pena sonreír.

Sois la ostia amigos, no me esperaba algo así. La verdad es que os habéis portado con el “regalo”, fijaros que ha salido más barata de lo que pensábamos y al final la he dejado hasta propina. Para qué no se diga….Y tú qué Felipe, ¿no te animas a “subir”? ¿O estás hecho una maricona? No si ya decía yo que esos pantalones tan apretados y ese flequillo de medio lado….Una carcajada al unísono sonó en la barra. Incluso a Felipe le salió la risa floja, por si acaso….



Quizás la pregunta no sea quien soy yo, sino quien eres tú ” Te doy mis ojos, putero”

Oye, le dijo al camarero al ver que le cobraban 20 euros por un cubata, que las “putas” son ellas ¿eh? Y de nuevo todos se echaron a reír. Pues no nos quieren joder con estos precios…Si es que no hay derecho…., Es la ley del mercado amigo, contestó el avispado camarero, la  ley de la oferta y la demanda. No te jode con el camarero, si nos ha salido ingeniero y todo. Anda ponte otra ronda y así estamos todos igual de jodidos. Otra carcajada compartida para, a continuación, apostillar cada uno con su propia cosecha: Esta maldita crisis, es el jodido sistema, la culpa la tiene el gobierno, ya estamos con los perro-flautas, anda. dejaros de política que hemos venido a pasárnoslo bien ¿estamos?….Y así cada uno se quedó satisfecho: No, si al final nos tendremos que meter todos a putas; eso lo dirás tú (y el jajaja correspondiente).

No si ya decía yo que a ti te iba, pero lo que no sabemos es por donde (y de nuevo el jajaja de turno). Oye ¿y si nos vamos a la velada de boxeo femenino? ¿A pero las tías boxean? (de nuevo risas) si no que se lo digan a mi parienta que tiene un gancho de izquierda que ni el negro ese (más risas). Fíjate la polémica que ha habido, estuvieron a punto de suspenderlo porque lo patrocinaban, mira, entre otros, este puticlub. Y al final lo hacen pero sin estos patrocinadores. Va…putas feministas, que poco tienen que hacer. Si ya digo yo que ni machismo, ni feminismo joder, que ningún extremo es bueno. Además hasta boxeo femenino ¿Qué más quieren?

Y así, entre risas y ocurrencias, se fueron de puticlub sin preguntarse absolutamente nada, bueno quizás Felipe. Se reincorporaron a su vidas, a sus trabajos, conversaciones, manifestaciones, el que fuera, porque claro si te tocan lo tuyo no te vas a quedar con los brazos cruzados. Y así se indignan cuando ven una catástrofe, un suceso violento, una violación: A esos, a esos les cortaba yo los huevos y ya veríais como así se solucionaba rápido. Ya te digo matando al perro se acabó la rabia. Otros pensarían en voz baja: bueno habría que ver…sembrando esa duda que, según como la estiramos cada uno, sirve para justificar lo injustificable.

Y es que quizás estaría bien empezar a preguntarse qué hay detrás. En esta línea Richard Poulin, considerado como uno de los mayores expertos mundiales sobre prostitución y explotación sexual, analiza el proceso de normalización que nos lleva a convivir con una convención social hasta el punto de poner el foco de la prostitución en quien la ejerce y no tanto en quien decide hacer uso de la misma, advirtiéndonos como  “Los hombres no quieren ver lo que hay detrás de la prostitución”[1].

Porque no lo vemos, o porque no lo queremos ver. Porque la pregunta no es quien soy yo, sino quien eres tú ¿Te doy mis ojos, putero?….

Notas:

[1] De la entrevista: “¿por qué muchos hombres no quieren hacerse esos planteamientos? Porque no se los hacen, ¿no?

(…) Los hombres no quieren oír ni quieren ver lo que hay detrás de la prostitución. No quieren saber que al llegar a los 16 años una de cada tres mujeres ha sufrido agresiones sexuales, lo que significa que la violencia hacia las mujeres es gigantesca. (…) Y si existen esas cifras tan enormes de violencia sexual es porque hay muchísimos hombres que cometen violencia sexual contra las mujeres, es posible que ascienda a un hombre de cada tres. Todo esto se lo comento para hacerle ver que las relaciones sociales entre hombres y mujeres son complicadas y que eso explica en parte por qué a los hombres les parece normal pagar por sexo. Muchos hombres siguen pensando que la mujer debe ser sumisa y que la que no lo es, se merece ser agredida.”


http://www.elfaradio.com/2018/01/29/te-doy-mis-ojos-putero-ii/

El oscuro negocio de los "urisen", los 'chaperos' que venden su cuerpo en Japón


El oscuro negocio de los "urisen", los 'chaperos' que venden su cuerpo en Japón
Hombres que no pueden ser abiertamente homosexuales usan estos servicios, en los que falta información de enfermedades de transmisión sexual.
14 enero, 2018 01:53
E.E.

¿Cómo acaba un joven heterosexual teniendo sexo con hombres de 70 años que le escupen, le mean y le cagan encima? La respuesta la da un turbio negocio que se ha desarrollado en Shinjuku Ni-chōme, el barrio de Tokyo con mayor cantidad de bares gay. Hombres homosexuales acuden aquí para contratar a jóvenes que necesitan dinero y que son en su mayor parte heterosexuales.

Esta realidad la refleja el documental 'Boys for Sale', estrenado el pasado 26 de noviembre en Japón. 10 años de trabajo y cuatro de producción han servido para contar la falta de protección y desinformación en esta actividad dentro de una sociedad en la que el sexo entre hombres no está bien visto.


Sexo entre hombres mal visto
"Si nunca lo has experimentado, es difícil de comprender". Así empieza el documental que relata las experiencias de estos hombres conocidos como "urisen". La frase viene de un exprostituto que señala como la clave al dinero. Incluso, como él dice para que estos trabajadores, que en su mayoría no son gays (e incluso tienen consentimiento de sus novias), consigan una erección: "Ganar dinero te la pondrá dura".

El mánager de uno de los bares urisen, Hayami, cuenta cómo el negocio ayuda a resolver el tabú del sexo entre hombres en Japón y a aquellos que no pueden vivir como hombres abiertamente homosexuales en el país, avergonzados y con sentimientos negativos: "Nuestro trabajo es resolver este problema y consolar las almas de nuestros clientes".


 Por qué a los nazis les 'gustaban' las lesbianas y mandaban a los gais a AuschwitzPor qué a los nazis les 'gustaban' las lesbianas y mandaban a los gais a AuschwitzJavier YanesUn estudio descubre que la Alemania de Hitler reprimía a los hombres homosexuales pero consentía el lesbianismo por desprecio hacia las mujeres.


Una actividad legal
Este distrito de Tokyo cuenta con 800 negocios para satisfacer la demanda de los homosexuales, que incluyen bares, clubs de baile y sex shops. A estos prostitutos, sin embargo, se accede sobre todo a través de internet.

Se trata de una actividad legal, puesto que la normativa japonesa prohíbe la prostitución como la actividad del sexo vaginal. Es por ello que es difícil calcular la cantidad de hombres que se dedican a ello. El productor del documental, Ian Thomas Ash, estima que serán alrededor de mil.

Ash señala los grandes problemas de estas transacciones: "Tendemos a pensar en el trabajo sexual de una manera moderna, en la que las personas entienden los riesgos que están asumiendo. Pero rápidamente quedó muy claro que no era el caso con muchos de los jóvenes en Ni-chōme".



Estas relaciones que incluyen sadomasoquismo, algo que llamó la atención a los propios trabajadores, que durante el documental cuentan como no tienen información sobre las enfermedades de transmisión sexual y que incluso no usaban preservativo. "Les falta entendimiento e incluso carecen de vocabulario para hablar de ello", cuenta Ash. Por ello en estas relaciones no siempre se usa preservativo.

50 euros por servicio
Mencionan además que entre los clientes se encuentran políticos famosos y jefazos de la policía metropolitana. El servicio empieza con el cliente conociendo copa en mano a uno de los urisen, que tienen entre 20 y 22 año generalmente. Esto dura media hora y cuesta el equivalente a cuatro euros. A partir de ahí, si se quiere estar una hora con el trabajador, han de abonarse otros 50 euros.

A Ash también les chocó cómo Fukushima había provocado que muchos jóvenes se trasladasen a Tokyo. Parte de ellos, por las circunstancias, han acabado dedicándose a la prostitución. Es el caso de los urisen, que conviven aglutinados en pequeñas habitaciones. Algunos lo hacen para ayudar económicamente en sus hogares, otros tras escapar de casa por las malas relaciones con sus familias. También los hay como Kento, un joven que está contento por dedicarse a ello: "Para mí este trabajo es un sueño hecho realidad".


https://www.elespanol.com/mundo/asia/20180114/oscuro-negocio-urisen-chaperos-venden-cuerpo-japon/276472767_0.html



miércoles, 24 de enero de 2018

La tercera incógnita de la ecuación: ¿quién está detrás de la trata?

La tercera incógnita de la ecuación: ¿quién está detrás de la trata?
 Yolanda Rodriguez

 Historiadora de formación, bibliotecaria de profesión y feminista a tiempo completo. En la actualidad, Presidenta de Médicos del Mundo Navarra

“Cui prodest scelus is fecit: aquel a quien aprovecha el crimen es quien lo ha cometido”.

Estos días pasados, salió en prensa que se había desarticulado una muy peligrosa red de trata de mujeres con fines de explotación sexual. Leí la noticia hasta el final, y nada, oigan, que se hablaba de la organización criminal, y que se hablaba de las víctimas, pero en la ecuación seguía faltándome una incógnita, una que hay que despejar de una vez por todas:
¿Quién se beneficia realmente de la explotación sexual de las mujeres? ¿Quién, con su demanda de mujeres, cada vez más sumisas, cada vez más jóvenes, cada vez más baratas, saca provecho de la trata?

Pues ni más ni menos que los puteros, esos hombres que están entre nosotras, a los que todas conocemos, ya que es conveniente recordar que en el Estado español son 1 de cada 3 hombres los que consumen de forma habitual cuerpos de mujeres, muchas de ellas víctimas de trata. Al hilo de estas preguntas que me hacía, una persona por twitter me compartió una frase clásica que me ha hecho pensar mucho: “Aquel a quien aprovecha el crimen es quien lo ha cometido”, Séneca (Medea, acto 1º, escena 1, versos 500-501).
Ya está la incógnita despejada, son los puteros los que con su demanda y su indiferencia están cometiendo el crimen de la trata.

Según un informe de la Universidad Pontificia de Comillas “Apoyando a las víctimas de trata con fines de explotación sexual”, la gran mayoría de los hombres dice que no denunciaría si detecta algún indicio o confirmación de que existe explotación sexual. Y no denunciarían, según ellos, “porque es una cosa muy peligrosa”, o si denunciaría, pero “si ella me dice que no denuncie pues no lo haría, no me vaya yo a comer el marrón después”. Incluso uno de los puteros entrevistados, aun reconociendo que muchas mujeres que él conoce están coaccionadas, dijo “los hombres no hacemos nada por miedo a que se enteren nuestras familias”.

En realidad, el verdadero motivo por el que no denuncian es el miedo a perder el privilegio de comprar esos cuerpos de mujeres a un precio asequible y sin ningún cargo de conciencia, porque les da exactamente igual la vida de las mujeres y las niñas.

Por otro lado, y como sé que esto sale últimamente mucho, y creo que es necesario aclararlo, cuando me refiero a trata y a explotación sexual, también me refiero a prostitución, no a esa que nos quieren vender como guay, claro, yo esa no la conozco, sino a la prostitución como explotación, como violencia, como una forma de esclavitud. Tengo que decir que las mujeres no se se prostituyen, sino que son prostituidas, es importante el matiz, porque leí ayer unas declaraciones diciendo que las mujeres refugiadas se “veían obligadas a prostituirse”, como si, aun con la obligación, fuera una decisión personal ante determinadas situaciones adversas.

Pues no, señor que hizo esas declaraciones, las mujeres no se ven obligadas a prostituirse, las mujeres son prostituidas, las mujeres, sobre todo las mujeres refugiadas, son víctimas de trata, son explotadas aprovechando su situación de especial vulnerabilidad. Pero, sobre todo, ¿por qué las prostituyen, por qué las explotan? Ahí si volvemos al inicio, porque existe quien demanda mujeres, y cuanto más vulnerables, mejor, así salen más baratas y son más “obedientes”.

Para finalizar una frase leída a Mabel Lozano en una entrevista:

“La prostitución no es el oficio más viejo del mundo, el oficio más viejo del mundo es mirar hacia otro lado”.

Pues eso, sigamos mirando hacia otro lado, sigamos pensando que esto no nos afecta, que es cosa de criminales muy malosos, y de pobrecitas mujeres indefensas que son engañadas como bobas, sigamos pensando que esos hombres que “van de putas” y que son nuestros colegas, hermanos, padres, profesores, etc. son  hombres “legales” porque respetan a las mujeres, son progres y hasta hablan de feminismo con nosotras. Mientras, en algún lugar, mucho más cerca de lo que imaginamos, habrá alguna mujer, alguna niña, que será violada por un putero, previo pago, eso sí, y seguiremos nuestras vidas como si nada, mirando para otro lado.


http://www.tribunafeminista.org/2017/12/la-tercera-incognita-de-la-ecuacion-quien-esta-detras-de-la-trata-2/