Quiero hablar y reflexionar con ustedes de la soledad de la puta, hablar
de esa soledad tan desigual que ya es obscena.
Soledad que es atravesada por relaciones de poder sobre ese
cuerpo y subjetividad; para que no puedan pensarse y verse por fuera del ejercicio
de expropiación y explotación a la que están sometidas.
¿Alguna vez lo pensaron eso?, esta soledad que vine
acompañada y sostenida por la omisión de
muchas y muchos, por programas incompletos, por programas de prevención,
¿prevención de que? ¿de salud? ¿de trafico?,. ¿de violación?
NO, No se puede
hablar de prevención cuando hay hambre, cuando hay necesidad de un trabajo, de
un techo propio, cuando no se sabe leer ni escribir, cuando se quiere vivir
dignamente y la señora burocracia y miles de requisitos les dice no, cuando no se es libre.
Como trabajar el tema de explotación, de prostitucion cuando
estas personas no se las escucha, no se las ve, cuando gran parte de esta
sociedad tiene un rol silente y a la vez verdugo, ante esta situación.
Como trabajar la fragilidad en estas mujeres, como despertar esa fragilidad en las personas que
tienen un puesto de poder, en lugares claves, para que haya un cambio,
Es distinto leer un libro sobre la explotación a escuchar
una persona que lo fue, leer sobre la prostitucion cuando hay putas que quieren
vomitar tanto dolor verbalmente, y se les tapa la boca con forros, y con una
caja de alimentos.
Con el hambre no se
negocia, no hay negociación posible. Y de eso las putas y en particular las
mayores lo saben, lo padecen, y lo viven a diario.
Rostros surcados por el tiempo, cuerpos avejentados,
gastados, golpeados, atravesados por el miedo, la vergüenza, y hoy por el
sida.
Dios, si ya era brutal ser puta, y vieja ¿te imaginas con
sida? No, no hay imaginación posible que
pueda transportarte a ese lugar. Todo mi
ser se convierte en un cuerpo
vibrátil mirando la realidad sin
maquillaje, sin ese polvo que suaviza y
tapa. Pero no vasta con ello, se
necesita de más, se necesita trabajar los prejuicios de cada uno y una, de políticas de empleos capaces de contener y
fortalecer una subjetividad más libre,
Mi fragilidad estalla
en mil gritos, en impotencia, en rabia, y bronca. Siii, solo le cuesta 5
pesos al sida ser uno más que ocupa, usurpa, expropia, y abusa de ese cuerpo hambreado, para seguir enmudeciéndolo.
Mirando la cara del hambre prostituido, no puedo seguir
callada, menos cuando las/os legisladoras/es quieren reglamentar esta
esclavitud, convertirlos en empresarios a los proxenetas, cuando el ministerio de salud bonaerense ( Claudio
Mate)apoya y fomenta guetos sanitarios para
las prostitutas, cuando
sindicalistas, ongs, hombres y
mujeres apoyan esta esclavitud, explotación sexual como trabajo y profesión, a
ellos les digo “cuando comienza los talleres de formación profesional para ser
putas”, ¿se lo recomendarían a sus hijas como una profesión mas como ser abogada, doctora, enfermera, maestra, periodistas…… ?.
Todos estos neoliberales junto con los usuarios son los que te educan para ser una puta productiva y sumisa, hoy en esta sociedad que tiene como eje central el consumo y la
comunicación, a las putas se las aísla y se las mantiene a todas juntas, sin
posibilidad de crear nuevas relaciones, de gozar de los beneficios que tienes
como ciudadanas(ejem los hospitales) eso hacen las/os fiolas/os, no dejan que hables, que te relaciones con otras
personas, (en el mundo de la prostitucion le llamamos a estas otras, locas sueltas, no tienen fiolos), de esta
manera el control que se tiene sobre
ese cuerpo es absoluto.
A partir de ese control se obtiene toda la información para
armar proyectos, para vivir de la
prostitucion ajena, para hacer una introspección sobre sus miedos, deseos,
angustias, por que hoy ya no alcanza con solo estudiar la vagina de la puta.
Sonia Sánchez
AMMAR-CAPITAL.
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