viernes, 4 de noviembre de 2016

¿Por qué los hombres van de putas?
El comentario de Juan Francisco Rojo 
Palencia 28/10/2016 -

Cuando los machitos van de putas. No preguntan. No quieren saber. Sólo buscan saciar sus más bajos instintos. Poco les importa la historia que puede haber detrás de la mujer que les proporciona el supuesto placer. ¿Qué más da la sordidez que se esconde detrás de la prostitución cuando lo único que se busca es la satisfacción animal?

Recientemente, la Plataforma por los Derechos de las Mujeres de Palencia programaba un acto que contó con la presencia del profesor de Derecho de la Universidad de Córdoba, y miembro de la Red Feminista de Derecho constitucional y de la Red de Hombres por la igualdad Octavio Salazar. El título de la conferencia no podía ser más gráfico: ¿Por qué los hombres se van de putas?

Y el cuerpo a mí me pide una respuesta rápida: porque a veces los tíos, no todos cierto es, somos más simples que el mecanismo de un chupete. Pero hay respuestas más profundas que ahondan en una condición, la de machito, que no deja en buen lugar a nuestra especie, la masculina.

La prostitución existe, porque hay sujetos que acuden a ella, señala el profesor. Y cuando analizamos esta realidad, nos olvidamos de ese concepto clave para centrarnos en la mujer. Al tipo que paga por el sexo le importa un carajo que pueda estar colaborando en un atentado contra la integridad física o moral de las mujeres. La calaña de muchos de estos individuos hace que ven a la prostituta como un objeto. Se sienten más hombres, se reafirman en su masculinidad. A fin de cuentas, ¿para qué plantearse más? Las putas están para lo que están y punto. Y luego está, tal y como señalaba el profesor, los que justifican la actitud del hombre en el argumento de que tiene una necesidad de sexo irrefrenable.

O sea que ir de putas es una opción más de ocio. Incluso en el cine tiene glamour. Ahí está el vergonzoso ejemplo de Pretty Woman, también señalado por el conferenciante. Y otro dato que ofrecía el experto y que nos invita a la reflexión: cada vez son más los jóvenes que acuden a la prostitución, alentados por las nuevas tecnologías que facilitan el acceso a la pornografía y el deseo de practicarla.

Están también los de la doble moral. Los casados, católicos y conservadores que salen a voz en grito en defensa de la familia y luego se van de putas porque, como dijo el profesor, es más barato que echarse una amante. No hay justificación para los puteros. Estoy con el profesor en que nos queda mucho por hacer en materia social y hay que arropar políticamente a las mujeres que piensan que no tienen otra salida.

Y, como también dijo Octavio Salazar, hay que hacer ver al putero que lo que él ve como masculinidad, es violencia. Y la prostitución es una manifestación más del ejercicio de la violencia. Sigo robando impresiones al conferenciante para concluir que queda mucho camino para sensibilizar y formar. Yo empezaré por mi entorno. ¿Y ustedes, qué están dispuestos a hacer para cambiar esta realidad?

Fuente

http://cadenaser.com/emisora/2016/10/28/radio_palencia/1477640527_882692.html
Nota: las negritas están en el original.


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