15 de octubre de 2016
La
cosificación de la mujer latinoamericana
En el marco de la Semana Europea por los
Derechos de las Niñas, activistas advierten que numerosas latinoamericanas son
víctimas de la trata en España y piden generalizar el castigo de quienes
compran servicios sexuales.
En la imagen, la zona de tolerancia de Fráncfort del Meno.
“A las mujeres las captan los propios
operadores de clubes y burdeles porque hablan español. Los promotores de la
trata y la prostitución forzada de latinoamericanas están en España”, asegura
Mabel Lozano, directora del documental Chicas Nuevas 24 horas, en entrevista
con DW. En el marco de la Semana Europea por los Derechos de las Niñas, que
empezó el lunes pasado (10.10.2016) y culmina este domingo (16.10.2016),
activistas advierten de que la trata y prostitución forzada, también de
menores, es un problema grave.
El
fenómeno de la cosificación
“Vivimos en una sociedad que cosifica a las
mujeres, las convierte en objetos. ¿Es ese el futuro que queremos para las
niñas? ¡No! Debemos tener claro que, también debido al fenómeno de la
globalización, buena parte de las mujeres que ‘compran’ los hombres en Europa
vienen de países no industrializados”, sostiene por su parte Pierrette Pape,
directora de campaña del Lobby Europeo de las Mujeres (EWL).
En España hay 300.000 mujeres forzadas a
prostituirse en este momento; en Alemania son 400.000; en Bélica, 26.000; y en
Francia, 20.000. Muchas de ellas son víctimas de tráfico humano. según
estimaciones de EWL, basadas parcialmente en cifras de Havocscope, un grupo que
provee información sobre las transacciones del mercado negro global
Según un informe de la Agencia de Naciones
Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), entre 600.000 y 800.000 personas
cruzan las fronteras internacionales cada año como víctimas de la trata;
100.000 de ellas cruzan las fronteras europeas. Por otro lado, según Eurostat,
el 62 por ciento de las víctimas de la trata se dedica al comercio sexual. Otro
informe de UNDOC detecta la responsabilidad de las empresas.
La
cineasta española Mabel Lozano trabaja hace once años sobre el tema de la trata
de muj
eres.
Mabel Lozano, cineasta española, directora
del documental “Chicas Nuevas 24 Horas”.
Cortar
la demanda
“España no es el único país donde se les
explota; España es también país de tránsito hacia otros lugares de Europa”,
agrega Lozano, quien tiene once años documentando la trata desde América
Latina, Asia y países africanos como Nigeria, y clamando porque se
co-responsabilice a los consumidores de servicios sexuales por el actual estado
de cosas. “Ellos no hacen el amor, no tienen relaciones íntimas. Ellos lo que
hacen es comprar carne; no son clientes, son ‘prostituyentes’ ”, agrega al
respecto la directora de Chicas Nuevas 24 horas.
“El acceso de los traficantes de personas y
proxenetas a las mujeres latinoamericanas es fácil y lo explotan. Lo hicieron
en su día con las brasileñas, luego con las colombianas, ahora con las
paraguayas. La ‘demanda’ de mujeres de Colombia ha vuelto a crecer, facilitada
por el hecho de que ya no necesitan visas para viajar a Europa”, acota Lozano.
“En este gran negocio –el tercero después
del tráfico de armas y del narcotráfico– siempre se ha ido tres pasos por
adelante de la ley; no cabe duda de que la liberalización de las visas, en el
marco de los acuerdos comerciales, aumentará el flujo de víctimas de trata
hacia Europa”, advierte Lozano.
Por otro lado, “si no hay demanda, el
negocio dejará de ser tan rentable”, añade Lozano. El documental Chicas Nuevas
24 horas muestra cómo los tratantes llegan a comunidades apartadas en Paraguay
y Perú, donde captan a niñas y a adolescentes prometiéndoles trabajo y sueldos
estables en negocios lícitos como los restaurantes.
La
eurodiputada española Inés Ayala Sender, que integra la comisión por los
derechos de la mujer
Inés Ayala Sender, eurodiputada española.
Prohibir
versus legalizar
Como campaña, la Semana Europea por los
Derechos de las Niñas tiene lugar en un momento crucial, también porque Francia
se sumó este año a Suecia en la penalización del consumidor de servicios
sexuales.
“Aunque en su momento tuvimos esperanza en
los modelos de Alemania y los Países Bajos –que legalizaron el trabajo sexual
no forzado para integrar a quienes lo ejercen al sistema de previsión social y
sanitaria, y para forzar a sus beneficiarios a reportar sus ganancias ante el
Fisco–, el modelo sueco ha resultado más eficiente para conseguir la condena
social y defender a las víctimas”, comenta a DW Inés Ayala, eurodiputada
española, miembro de la comisión de Derechos de la Mujer en el Parlamento
Europeo.
“Que el trabajo sexual no sea bien visto,
como sí lo es en España, es uno de los elementos que disuadirían a los jóvenes
de consumir y pagar por servicios sexuales y les permitiría tomar consciencia
de que detrás del trabajo sexual, en muchos casos, hay una víctima de trata”,
concluye Ayala.
Autora: Mirra Banchón (ERC)
Fuente:
http://www.dw.com/es/la-cosificaci%C3%B3n-de-la-mujer-latinoamericana/a-36036123
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